Tras hacer el balance oportuno del pasado año ya cerrado y con el frenesí de proyectos y actividades que están en marcha y/o estamos programando para este nuevo periplo y que, o bien son una continuación o bien son nuevas cuestiones que se plantean, no puedo evitar pensar en todas las personas que estáis/estamos
detrás de cada una de ellas.
Todos con muchas ilusiones e inquietudes que, pese a las dificultades y limitaciones, todavía tienen posibilidad y ganas de compartir, de participar y de ofrecer su hombro en la forma que sea.
Esto anterior, operativa e irremediablemente, acaba suponiendo dedicación y tiempo, esfuerzo y trabajo pero siempre con el ánimo y el espíritu de que las cosas se hagan de manera seria y provechosa y, en la medida de lo posible, con la independencia necesaria para poder estar lo menos condicionados en nuestro funcionamiento y en nuestros planteamientos como organización. En definitiva, esto es ASELF.
Por eso siempre digo que la Asociación en su conjunto debe tratar de estar a la altura de estas circunstancias anteriores ya que las expectativas que como colectivo creamos y tenemos en nosotros mismos se ponen de manifiesto con cada actividad que hacemos y con su respectivo resultado. De hecho, cada persona que actúa en nombre de ASELF, es estandarte, representante y depositario de lo que todos queremos que sea la Asociación y, por extensión, de lo que nosotros mismos queremos representar.
En este marco pongo cara y ojos a muchos de vosotros y repasando las circunstancias que conozco de cada uno, en muchos casos, lo único que siento es un profundo respeto y consideración y un sano sentimiento de orgullo al teneros de “compañeros” de viaje, cuando no de amigos.
No obstante, la autocomplacencia es sólo la antesala del estancamiento y de la falta de mejora, por eso todas las actividades que ponemos en marcha deben ser sometidas a un juicio crítico constructivo y bienintencionado evaluando tanto la forma y el fondo como en el propio resultado obtenido.
En este sentido debo agradecer, en nombre de todos, la colaboración permanente y las constantes muestras de apoyo de todo tipo que trasladáis a la Asociación. A lo que hay que sumar también el empuje y compromiso personal que cada actividad requiere y las correspondientes puestas en común de iniciativa e inquietudes.
Aún así, eso no quita que a veces no podamos hacer las cosas a gusto de todos, ni que –en momentos deter- minados y por las circunstancias que sean– no podamos estar todo lo acertados que debiéramos y/o que quisiéramos, pero las dificultades y limitaciones son también mandatarias en las circunstancias actuales. No obstante, que todos seamos conscientes de las particularidades del funcionamiento de la Asociación así como de la propia idiosincrasia de los que la componemos, supone un nivel de comprensión de todo lo anterior que también hay que reconocer y poner en valor.
En este sentido, una persona que ha dado muestras constantes de compromiso y dedicación a los servicios pú- blicos de Bomberos y Protección Civil, no sólo en su país sino también a nivel internacional, ha sido Paolo de Paoli con quien tuvimos el honor de contar en el pasado Congreso Nacional de Bomberos celebrado en Toledo. Desgra- ciadamente ha fallecido en fechas pasadas dejando un hueco importantísimo en este campo.
Paolo de Paoli ha sido un referente en muchos ámbitos de la vida política y social italiana (había sido viceministro, secretario de estado, etc…) pero nunca había dejado de lado su vocación como miembro del “vigili del fuoco”, siendo impulsor y fundador de diversas organizaciones y federaciones de bomberos de reconocido prestigio (incluida la internacional de bomberos voluntarios en la que actualmente era vicepresidente). Su fallecimiento ha causado gran consternación en Italia por lo que representaba su figura y, en nuestro caso, las relaciones con muchos de nuestros socios venían de antiguo por lo que desde aquí sólo quiero reconocer su labor y su inestimable dedicación.
Tomando de ejemplo a personas como el ya mencionado de Paoli, creo que debemos dar un paso adelante con determinadas cuestiones ya que los vaivenes y la desestructuración arrastrada históricamente por diversos motivos –acentuados y evidenciados hoy en día por las circunstancias actuales–, unido a la falta de visión estratégica del sistema, está provocando la precarizando de muchas de las estructuras y organizaciones que se dedican a proveer de salvaguarda y protección en su concepción más amplia. Es más, el propio Congreso Nacional de Bomberos a celebrar el próximo mayo en la ciudad de Donostia-San Sebastián es una oportunidad para tener un foro donde reflexionar y donde destacar nuestras preocupaciones, analizar nuestras carencias y servir de caldo de cultivo para generar propuestas proactivas y en positivo.
No hablo de reivindicar situaciones laborales concretas, porque para eso hay otro tipo de organizaciones, sino de ser fieles a los fines que nos dan sentido y de utilizar los canales que ya tenemos para promover cambios, aportar nuestro punto de vista y colaborar, en la medida de nuestras posibilidades, en el desarrollo integral del mundo de las emergencias y de la seguridad en su conjunto. De hecho, sirva de reseñable ejemplo nuestra partici- pación y apoyo desde el primer momento de la plataforma creada para implementar una verdadera cultura de se- guridad en el ámbito de la educación reglada (#edcivemerg).
Hay una serie de principios básicos y fundamentales para los que nos dedicamos a salvaguardar y proteger la vida de los demás (y en esto incluyo al que proyecta una instalación, pasando por el que diseña, fabrica y pone a disposición equipos y herramientas, por el que los mantiene y repara o por el que al final utiliza y aplica los distintos medios y técnicas para intervenciones concretas) y éstos no pueden quedar sometidos a criterios indeter- minados –cuando los hay–, ni a luchas particulares (en la mayoría de los casos “oportunistas” y/o “localista”), ni a la indiferencia de los máximos responsables ya que, no me cabe duda, hay muchas personas trabajando, muchos recursos empleados y muchas iniciativas a las que no se les saca todo el rendimiento y rentabilidad (social y econó- mica) que se debería por falta de un adecuado marco legislativo y de una organización global con un diseño ver- tebrador e integrador. n
Pablo Gárriz Galván
Presidente
Agradecimiento
Con estas líneas, me atrevo a dar las gracias a todos aquellos asociados, colaboradores y miembros de la Junta
Directiva, que cada día hacéis que el trabajo que se realiza desde la Secretaría Técnica de ASELF cobre más sentido.
En lo que creéis vosotros y vosotras, los profesionales de la Lucha Contra el Fuego, las Emergencias y la Protección
Civil, también creemos nosotras, la plantilla que compone esta Asociación, Mª Ángeles y Olga.
Las muestras de cariño y ánimo que cada día nos llegan, nos dan más fuerzas para seguir trabajando y dar sentido a lo que verdaderamente hacemos con toda la ilusión.
La suma de todos formamos un TODO, ASELF, y el esfuerzo que hace 52 años hicieron nuestros antecesores, ahora podemos decir que no fue en vano, y que entre todos, haremos que nuestros valores nunca se pierdan.
Por ello, desde esta Secretaría Técnica seguiremos trabajando y asumiendo nuevos retos, con el compromiso, el respeto y la lealtad que se merece ASELF y todos sus asociados en aras de una sociedad mejor. n
Olga Jiménez Sanz
Directora Ejecutiva