Estimados socios y lectores, compañeros y amigos:
En esta ocasión la revista y, este editorial en particular, tienen obligada referencia a dos hitos de relevante importancia para nuestra Asociación.
Por un lado, el otorgamiento de la DECLARACIÓN DE UTILIDAD PÚBLICA a nuestra Asociación por parte del
Ministerio del Interior supone un reconocimiento explícito y formal a la labor social desarrollada desde ASELF.
Esta declaración, en primera instancia, tiene un valor especial ya que es un espaldarazo al trabajo que como colectivo venimos desarrollando y que tiene como objetivo la consecución de nuestros fines estatutarios de manera nítida, sumado a la defensa de los valores que como Asociación nos hemos dado y que tratan de aportar una visión independiente de los elementos que nos afectan.
Asimismo, las obligaciones derivadas del otorgamiento y mantenimiento de esta importantísima declaración nos obliga como contrapartida a hacer un esfuerzo constante por reflejar y documentar todas y cada una de nuestras actividades, su resultado y los demás aspectos legales y formales que inciden en ellas, entre otras cosas y especialmente, en lo que tiene que ver con la contabilidad y la transparencia en el uso de los “dineros”.
Por otro lado, los días 19, 20 y 21 de octubre tenemos previsto que se celebre en Toledo la 23 edición del “Congreso Nacional de Bomberos”, una vez más y coincidiendo con el 52 aniversario de la creación de ASELF, nuestro evento principal se va a desarrollar en un marco privilegiado siendo acogido por los Servicios de Extinción de Incendios y Salvamento del Ayuntamiento y de la Diputación de Toledo que sin su apoyo este tipo de actos quedan cojos. Además, la Escuela de Seguridad Pública de Castilla-La Mancha consciente de la importancia de este tipo de eventos está colaborando con el Comité Organizador del Congreso de una forma encomiable.
No obstante, somos conscientes de la situación general que nos afecta a todos y que, obviamente, también envuelve a esta edición de nuestro Congreso. La crisis económica actual está suponiendo una traba y una dificultad añadida a muchas cuestiones por lo que este Congreso, no cabe duda, va a ser el “congreso de la crisis”.
Digo esto porque el apoyo tanto de empresas como instituciones está siendo muy limitado y en muchos casos se está circunscribiendo a meras declaraciones de buenos deseos e intenciones. De todos modos, el valor añadido y el éxito –como viene siendo norma en ASELF– lo dan las personas que, a título particular y estando por encima de muchas situaciones adversas, son conscientes de la necesidad de contar con un punto de encuentro tan particular como es nuestro congreso, de mimarlo para que crezca y no desaparezca y de involucrarse para que siga vivo.
Los organizadores, ponentes y demás colaboradores lo hacen, como en otras muchas actividades de ASELF, aportando su esfuerzo, trabajo e ilusión. No obstante, no podemos olvidar el contexto en el que estamos (de hecho se lleva sin subir la cuota del Congreso desde haces 3 ediciones) y somos perfectamente conscientes, como lo estáis haciendo saber además de manera fehaciente a la Asociación, que muchos de vosotros teníais intención de venir pero que por motivos económicos os va a ser imposible. Desde aquí un abrazo a todos vosotros porque aunque no podáis participar sabemos que el apoyo es permanente y, por nuestra parte, recíproco.
Por último no podía dejar de comentar una triste noticia, el fallecimiento de Manuel Pedraza, mi predecesor en el cargo, quien –a parte de sus actividades y logros profesionales– asumió el compromiso con ASELF en momentos complicados desde un puesto de responsabilidad por lo que le debemos, al igual que a otros muchos, su compromiso con la pervivencia de nuestra Asociación. Nuestro más sentido pésame.
Como hubiera querido Manuel, sólo me queda animaros a que participéis y nos encontremos en el próximo
Congreso en Toledo.
Pablo Gárriz Galván
Presidente