Estimados socios y lectores, compañeros y amigos:
Esta editorial de nuestra querida revista Fuego, es especial por muchos aspectos, pero uno de ellos lo es por lo que supone como pérdida el tema que voy a tratar.
En este número tenemos la pena de tener que informar sobre compañeros de la Asociación que nos han dejado, en algunos casos porque estaban en el ocaso de sus vidas y en otros casos, aunque se encontraban en un momento vital bien distinto, las circunstancias así lo han propiciado. En todos los casos son una sentida pérdida para todos.
No obstante, uno de ellos –en lo que respecta a la Asociación– es un caso significativo, ya que se trataba de nuestro socio número uno. Sí, me refiero a Luís de Zunzunegui.
Luís ha sido muchas cosas a lo largo de su vida, pero desde luego ha sido motor de muchas iniciativas que han supuesto que el sector de la seguridad contra incendios y, por extensión, de la protección de las personas en su sentido más amplio, sea lo que es hoy en día.
No seré yo quien dibuje su semblante ahora, ya que tuvimos la oportunidad de que él mismo se retratara en la última entrevista que le pudimos hacer en unos cuantos números atrás, pero desde luego sí seré yo quien reconozca la pérdida que supone para ASELF la pérdida de este activo histórico.
Su memoria era el recuerdo de la propia vida de la Asociación desde sus comienzos por lo que con su pérdida hemos perdido también ese nexo de inquietudes, anécdotas y experiencias que nos unían y nos llevaban a un pasado que empieza a no ser ya tan reciente y que se enraizaba en las propias motivaciones de aquellos que un día decidieron dar luz a la creación de la propia ASELF.
Como dice el refranero castellano, es de bien nacidos ser agradecidos, por ello esta triste noticia me recuerda que es importante mantener entre todos este legado que hemos recibido y que es lo que es ASELF. A Luís y a todos los que han ido apoyando y aportando su granito de arena al beneficio colectivo: Gracias y a los que no están, además, que descansen en paz.
Por lo demás, como podréis comprobar seguimos hacia delante, no sin que se nos den contratiempos y dificultades –en algunos casos estructurales y en otros coyunturales– (como ha sido la suspensión y traslado de las fechas del 24 CNB).
No obstante, el apoyo que se recibe y la satisfacción de lo que poco a poco y con mucho esfuerzo estamos sacando entre todos compensa con creces los quebraderos de cabeza que a menudo nos asaltan.
Sólo espero que tengáis/tengamos todos un verano lo más propicio posible. Para los que tienen vacaciones que lo puedan disfrutar como toca y para los que les toca acometer las campañas de turno (es decir, fundamentalmente las forestales): seguridad y suerte.
Pablo Gárriz Galván
Presidente