Estimado Lector, estimado Socio:

Aquí tienes una vez más una nueva edición de la revista FUEGO, de nuestra revista.

En primer lugar, hacer notar que es algo más extensa de lo habitual dado que teníamos –y por suerte, tenemos- mucho material acumulado. Material editorial que nos llega en forma de artículos, sugerencias, notas y referencias técnico-científicas y legales, reflexiones, etc… en definitiva, son una muestra de las inquietudes y preocupaciones del colectivo. Por lo que ASELF y su revista siguen siendo un medio de expresión que, desde el respeto y sin censuras de ningún tipo, permite canalizar y poner en común los diversos puntos de vista y ser constructivos.

En este sentido debo mencionar la realización del “25º Congreso Nacional de Bomberos” en Valladolid el pasado mes de abril, que sigue siendo una muestra más de lo anterior.

De hecho, debo empezar dando las GRACIAS A TODOS, organizadores, ponentes, conferenciantes, instructores, formadores, patrocinadores y colaboradores ya que, el esfuerzo y compromiso personal de un montón de ellos, hacen posible poner en valor un evento como este. No obstante, también los asistentes se merecen un GRACIAS particular ya que hacen del Congreso, con su ilusión y su nivel de participación, una actividad enriquecedora que va mucho más allá de los aspectos puramente profesionales y técnicos.

Por otra parte, en estos meses han pasado muchas cosas, unas agradables y otras no tanto. Estamos de enhora- buena ya que Olga, nuestra querida Directora Ejecutiva, ha dado a luz dos preciosas niñas que, pese a las dificultades y preocupaciones iniciales, están saliendo adelante como unas leonas. También hemos tenido que cambiar el do- micilio y oficina de la Asociación después de 56 años de estar en el mismo sitio ya que el edificio ha sido vendido, va a cambiar de uso y se reformará por completo. Así que empezamos una etapa nueva, en un sitio nuevo y con renovadas ilusiones. Por cierto, gracias al grupo de “mudanceros” voluntarios que bajo las directrices de nuestra implacable –pero amable– Mariangeles han hecho posible el cambio.

Entre las noticias tristes que hemos tenido, como muchos de vosotros sabéis, una de ellas me ha tocado a mí di- rectamente y, dado que no he podido hacerlo todavía en persona y aprovechando el privilegio de poder escribir estas líneas, quiero daros las gracias a todos por las muestras de apoyo y cariño que me habéis hecho llegar.

Gracias y un fuerte abrazo a todos.